- La crueldad hacia animales a menudo está ligada a casos de violencia de género, pornografía infantil u organización criminal
- También hay menores que hacen daño a su mascota como respuesta a una situación de abuso sexual o «bullying» que sufren
Por JESSICA MARTÍN
El maltrato animal es un delito en sí mismo, pero es frecuente que quien lo comete también esté implicado en otros actos criminales, como violencia de género, pornografía infantil, tráfico ilegal o blanqueo de dinero. Por eso, en el ámbito de la criminología está considerado como un indicador de peligrosidad que puede ayudar a los cuerpos policiales a «tirar del hilo» y destapar otros casos de enorme gravedad.
«Se puede decir que el maltrato animal es un delito transversal, más allá de que sea un delito por sí solo y de las características propias que tenga, porque va mucho más allá de lo que, en principio, nos podemos imaginar», advierte a RTVE.es Miguel Ángel Soria Verde, profesor de Psicología Criminal, Judicial y Jurídica, y responsable del Grupo de Investigación en Perfilación y Análisis de la Conducta Criminal (PACC) de la Universidad de Barcelona (UB).
Un delito unido a otros como crimen organizado, tráfico o pornografía infantil
Los investigadores que forman parte de ese grupo llevan alrededor de 12 años indagando en las «aristas» del maltrato animal como delito y colaboran con los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, y con los despachos de abogados penalistas que solicitan su ayuda.
«Con el maltrato animal se da una concurrencia criminal o delictiva. A menudo coincide con casos de violencia de género, delitos sexuales contra menores, pornografía infantil, ‘bullying’, crimen organizado, tráfico ilegal de especies o, incluso, con la radicalización de bandas», enumera Núria Querol, que, además de ser investigadora de ese mismo grupo de la UB, es médica.
Entre los múltiples ejemplos que ella ofrece a RTVE.es, menciona el siguiente: «Los grupos que investigan ciberdelitos, a menudo, cuando llegan a un caso de pornografía infantil, encuentran también muchos ficheros en los que hay bestialismo. Por ejemplo, se obliga a menores a tener relaciones sexuales con animales«, cuenta.
«También pasa con el tráfico ilegal de especies, que, sin duda, implica maltrato animal. Hay animales transportados en maleta o en contenedores y muchos mueren durante el traslado. Además, este mismo delito va asociado evidentemente a otros como corrupción, blanqueo de capitales o financiación de grupos terroristas, como pasa con el Daesh», añade la investigadora, que mantiene una colaboración internacional con Estados Unidos a través del asesoramiento que hace a la Asociación Nacional de Sheriffs y al FBI, agencia que, dice, empezó en 2016 a registrar el maltrato contra animales como un «delito contra la sociedad».
En una investigación del PACC, basada en las declaraciones de una cincuentena de condenados por distintos delitos violentos, un 42 % admitió haber cometido maltrato hacia animales, que es la tipología delictiva ambiental que más aumentó en España en 2021, según el balance anual de actuaciones elaborado por el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil.
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